sábado, febrero 09, 2008,5:17 p.m.
Crecer, Correr, Tropezar, y Decir

Juno

El privilegio de escribir de verdad, y sobre la verdad, es algo que muy poca gente logra obtener, y más si testificamos que para lograr un criterio que convenza, de que existe algo potencialmente fuerte, que derribe a ese otro algo, y haga de su propio juicio un elemento que sea d alta competencia, es necesario optar por una vida que se apueste, por la experimentación pero a su vez, con la garantía de venir con algo bajo las manos después de experimentar, aprender, y por qué no, volver a caer.

En la vida, gran parte de las lecciones que aprendemos, se cruzan en la adolescencia, y siendo, que aún halla algún adolescente treintañero, que tenga aún sus dudas existenciales, es en la adolescencia, donde se ejerce de manera imprescindible, y no sé si decirlo, pero de manera muy poderosa, el modo, inteligente o no, de percibir, y apreciar las cosas. Las cosas ondeando en términos mundanos, “Materiales”, son símbolo de devoción de algo que inexplicablemente se llega a colocar dentro de nuestra vida, llega a tener un sobrevalor ante la oportunidad de darle algo menos posible, que sin duda nos complica la vida. Algo de ello en los adolescentes, y sobre todos los seres humanos, respecto a la valorización de los objetos, es algo que me recordó hace unos días, una comedia de esas que pasan desapercibidas dentro de los lingotes de mercado que existen en la Meca del Cine, de EU, acerca de la valorización que tenemos de los objetos, para hacernos valer a nosotros mismos, justificando en especifico, a una carta de amor, la cuál es la trama principal de la cinta. En “The Letter Love”, las situaciones giran en torno a una carta de amor, que sin pensarlo ha caído a las manos de Helen, la dueña de una librería que su abuela le heredó y con la que sostiene a ella, a Janet y a Jennifer, un día sin esperarlo, una carta cayó dentro de las cosas y que momentos después, lo haría dentro de la mentalidad, y sentimentalismo de la chica, esa misma carta circula por un kilometro cuadrado, y logra llegar a manos de Johnny, y de Janet y por su puesto de algún hombre que cruza el camino como lo es un policía desubicado, todos pensando que la indiferencia del mundo se ha quedado disuelta, y que por lo menos hay alguien quién los ama, aunque secretamente lo haga.

The Love Letter

Cate Capshaw & Tom Everett Scott - The Love Letter / Peter Chan

Allí es donde concluyo acerca del valor que le tomamos a las cosas, por más simples que sean, y por más impropias que apetezcan. Algo parecido sucede con lo que acontece dentro del proceso de desarrollo de una verdadera defensa de las cosas, y más si nos objetamos en los adolescentes, nos enamoramos y creamos un universo entero dentro de las cosas que pensamos estar bien, y a nuestro “según bien”, les absorbemos, y dibujamos cual buena interpretación fuese, para que de eso mismo nos envolvamos, y alimentamos. Sobre la valoración de algo físico, podría recordar perfectamente esa cruda, y trágica cinta de José Joffily, Dos Perdidos en Una Noche Sucia, acerca del significado de sobrevivencia, esperanza, anhelo, y ante todo sobre el “esfuerzo”, que provoca en Paco, la resentida chica del film, aquellas botas rojas, que con sus indiferentes esfuerzos ha conseguido. Aquí yo quizá me coloco como un paquete a criticar sobre lo que yo sobrevaloro, o tal vez, sobrevaloré demasiado, a casi un momento de basarme en él para crear mi crítica obstinada sobre cualquier cosa.

Yo físicamente me basaba mucho en aquello que a mí siempre me ha apasionado de una manera muy extraña, pero no malinterpretada, la Cultura de las Armas. Películas tan fantásticas como (Monster, Ljubav, Two Brothers A Girl A Gun), me hicieron reiterar ese extraño interés sobre analizar el papel tan enorme, que tienen las armas, dentro de este sistema mundial. A bien he de decir, que mi interés se provocaba por el hecho de pensar que todo pensamiento crítico, y sobretodo todo aquel que provenga de algo terrenal, podía ser fácilmente disuelto por un arma, y por el impacto enorme que estas tenían sobre el verbo, que sólo bastaba bajar el gatillo para destruirlo, y no solo eso, si no la conexión del cerebro y el alma, la carrera enorme de la vida, o del juicio que posiblemente en un futuro estaba expuesto a disponer al mundo. Las armas en el mejor d los sentidos siempre han sido objeto de mi interés, y no por el hecho mecánico que provocan si no por lo horrendas que pueden llegar a tornarse al momento de fungir como mediadoras de la destrucción de un ser humano, de un cerebro pensante, de una posible contribución social, o mejor aún, de una contribución humana hacia el prójimo.

Monster

Charlize Theron - Monster / Patty Jenkis


Así bien, yo por mucho tiempo y aún en los días que transcurren, pienso mucho sobre el poder que tienen estos objetos ante la vida, fueron a partir de ellos, que comencé a formular muchos de mis criterios a seguir, sobre la naturaleza humana, sobre el asombro, pero sobre todo sobre la divinidad con las que estamos rígidos, y que en base a ellas crearon una pequeña parte básica de lo que hasta ahora estoy desarrollando con mis esfuerzos.

Despertando de manera inconsciente, otra de las cosas con las que estamos formadamente inspirados, para crear nuestro criterio de las cosas, es la cercanía de la gente y sobre todo el ambiente. En los adolescentes es común, y creo que yo muchas veces lo sentí, el sentimiento de estar en necesidad de sobresalir, aunque tropieces, y vuelvas a tropezar, la inspiración que nace muchas veces de la estupidez, es un buen paquete para surtir, para ofertar dentro del mercado de promesas, que es nuestra comunidad adolescente, hueca de algo fijo, pero que para nosotros su aceptación es algo esencial para estar bien. Las influencias que allí recibimos, en la mayoría de las veces llegan a carecer de un sentido lógico de las cosas, quizá si me hubiese interesado más temprano en algo de cine y literatura, hubiese sido distinto, pero a lo que vuelvo, es al poder que los humanos, y en especial los mayores tienen, para poder crear una base de inspiración hacía los chicos adolescentes. Siempre he dicho que la adolescencia es una etapa delicada, de suma atención para los padres, por que en base a ella, se comienza a formar el sentido crítico que, lamentablemente en la mayoría de la gente, cuando crece se acuña con una estupidez, que muchas veces llega a ser intolerante.

Las personas influyen notoriamente, pero ¿que sucedería cuando algo más allá de esto influyera para aportarnos o quitarnos las cosas con las que estamos dispuestos a trabajar?. ¿Donde podría quedar la divinidad, y el sentido mágico de las cosas, cuando estamos en un punto donde nuestro juicio de las cosas esta aún tierno, y con escases de maduración sobre la mesa? Juno de _ quizá pueda hacernos “pensar” acerca de lo todo lo que no se ve, pero que modifica de una manera impresionante, la manera de vivir, pensar, y sobre todo juzgar, lo que pasa, sucede, y en algunos casos, desaparece. Una chica embaraza, un primerizo padre irresponsable, y una reproche sobre lo que la vida “injustamente” le llego a plantar a Juno Macguff, una chica de no más de 16 años, que vive una “pesadilla” en carne propia, que la hace madurar de una manera acreditada, para así salir con el trofeo de triunfadora, y con una historia de superación bajo la manga. Todo aquello que no se puede ver, que no se “siente”, o justifica con algo terrenal, es tal vez lo que más afecta le proceso de la crítica, y por qué no, la madurez personal, que en el adolescente propio formamos en alguna ocasión.

Juno

Ellen Page & Cera - Juno / Jason Reitman

La adolescencia es una etapa hermosa, llena de conflictos, de cambios de humor, pero que todo incorpora un trabajo coordinado, que a día se prepara para absorber, digerir, y desechar lo que en su momento, pensamos está mal. El juicio crítico quizá, se formó en base a una historia moral que Juno hizo y que al final la hizo ver como una triunfadora de la vida, al caminar por los pasillos de una escuela, que en cierto momento la rechazó y la fió por ser ejemplo de todo aquello que no debes hacer. Las Lecciones que se aprenden, muchas veces se borran con los recuerdos, y no sé si a bien caiga justificadamente la frase que viene en titulo, sobre “Correr, Caer, y Volverte a Levantar”, que sublimemente representa la lección que se ha convertido en vox populi, dentro de la masa social del mundo. Y que aqueja, no solo a adolescentes con escaso bello púbico, si no a hombres y mujeres que aún no saben encontrar su juicio personal de las cosas.
Las lecciones que a día aprendemos, siempre harán justificar, que en base a ellas, formamos lo que somos, pensamos, y a su vez, creemos, sobre el arrollo de situaciones que nos suceden, y creo que siempre es bueno pensar que estamos compuestos de una posibilidad innata de triunfar con lo esencial. Con la inspiración y trabajo de lo que sencillamente nos compone como lo es el trabajo, y la sensibilidad.
En Juno, me parece estupenda esa idea de crear en base a una “tragedia”, que fue mandada de no se donde, una lección sobre lo que “la magia del destino”, puede aportar para las lecciones de la vida. En The Letter Love, y muy ajenamente a criticar que es una cinta media manufacturada, es fantástica la ironía que llega a tener una Carta, como objeto material, para cambiar el modo de pensar, y criticar las razones y los -por qué-, de las situaciones. Y no sé que objetivo tendría la influencia de la gente, pero en propia vida estoy sintiendo cada una de las emociones, y choques eléctricos, que la adolescencia dispone para formarme. Me ha puesto a gente maravillosa, desagradable, y tonta con la que he puesto una enorme atención para separar, aprender, y descartar.

¿Donde estará mi criterio, ahora establecido?, ¿en los agrados, o en la indiferencia?, creo que esa ultima pregunta solo debe de satisfacer a mì, y si satisface a alguien, que mejor.

Etiquetas: , , , ,

 
posted by Arkturo
Permalink ¤