Ayer me sentí con una sensación extraña que muy pocas veces, contadas si es que la palabra amerita, de estar tan dentro de una de las escenas, que en lo personal, me han marcado de por vida.


Se abre el telón:

un hombre de nomás de 40, está sentado en el sillón de un pequeño teatro...

Sale a escena una mujer en pena, al parecer está sentenciada en medio de un mar de voces y gemidos, de hombres y de cosas... está triste.
Después, comienza a crear un enlace con un hombre, al parecer le conoce...
Y ustéd que quiere?. Se encuentra bien?. No lo sé, aveces siento que mi vida pende de un pequeño hilo delgado, pero no sé, me siento algo perdido... Me acompañas?

Pero si yo también pendo de un hilo, - Por qué no podemos estar juntos?. Por qué uno debe caer y morir, - y por qué no morir hoy?, no sé... creo que solo uno caerá al final

Masurca Fogo by Pina Bausch



La escena final, de la que quizá, sea la película que más ha marcado mi adolescencia, sentencia una pequeña abreviatura, que la Coreografa Ganadora del Premio, Pina Bausch, plasmo en su obra Masurca Fogo, sobre el ensayo de la perdición del deseo material, ante los colapsos sintéticos que ejerce la propia sobrevivencia, llevando através de un mar de penas, y de alivios, cada una de las facetas de una mujer, y también de un hombre, en su busqueda por apostar hacia lo más creíble. Una cinta por más ignorada, por una mediocre Academia de Ciencias Cinematográficas Española, pero que muy a pesar de que halla o no ganado los mediaticos premios, ha obtenido un producto tan fino y legible, acerca de la sobriedad, el amor, la locura, y sobre todo el destierro de la razón, perdida en laberintos mágicos construidos através de la soledad.

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