En medio de una oleada de tremendas pero tan pasivas emociones del pasado no tan grato pero que por fortuna ya se consumió, me he sentido en días de soledad... con una densidad de sentimientos de alegría muy por debajo de la media que se prometía al inicio de la versión 5.0, no podría negar que ha sido un cambio radical a bien, ahora me siento "por lo menos", seguro cuando hablo las cosas, y puedo mirar a la cara para defenderlas, también me poso caminando ante las lacras que solo comen con la mirada, puedo levantar piedras con mi propia fuerza, y con todo el lujo de detalle ahora me veo con la capacidad de aplastar hasta las armas con un sosiego que está en niveles aún bajos. Ayer fué un día caótico, no podría esperar con frensí demasiada comedia en un día que en lo general siempre pinta para ser de esos que no te agradan. Ayer justo me sentía mal, perdido, con ánimos muy adebajo del sillón, solo me consiliaba con el pelín de sueño que me cargaba con la noche y la brisa, a instantes me sentía como Vanya de "Love", un hombre sin identidad, que aún no logra encontrar la respuesta sobre por que hago cada una de las cosas que hago, para que al final termine con un objetivo que no sé en que tenga que ver con la mágia mecánica con la que se redondea el universo, quizá me motive el hehco de querer estar haciendo siempre algo, y no permanecer como un pasivo hombre que solo cuenta estrellas con una vida solucionada. Fué un día caluroso y con un cielo grís, pareciese como se hubiera tapizado con esos marmoles grisaseos que de mala calidad alumbran el piso de cualquer choza común. Yo solo atendía y miraba a la clientela, perdido entre el poco pero sofisticado glamour raro que siempre me caracteriza, allí llamada trás llamada, tecleado números de esposos residentes en Estados Unidos, de gente que no tiene dinero, de alguna otra que le es infiel por el teléfono a la señora del hogar, o infinidad de posibilidades que ante las puñeteras consecuencias simplemente me hacen caer ante un acto mecánico que sirve solo para ganar dinero y no por disfrutar un momento de calidad cultural que yo ya me monto típicamente, después de casi 20 llamadas, la sonrisa se me caía, miraba solo con cansancio a la gente, y expiraba solo palabras que la gente quería oir, a momentos solo escuchaba y sonreía, aunque me estuviera golpeando un ave la cabeza. Pero era solo un acto mecánico que ya ni si quiera valor fingía.

Perdidos en Tokio - Sofía Coppola

Salí como un vagabundo en una ciudad desconocida, perdido con mi mundo que es muy ajeno a este pueblo de cuatro paredes que tiene poca gente rescatable, tenía algo de hambre, sed y bastantes ganas de simplemente irme a casa currarme y llorar un poco, que al final de cuentas lo tomo como una rutina de ejercicios muscu-mentales, que me sirven para estimular la sensbilidad y el rating en esta serie que tira para rato. En el camino he comprado queso para comer un poco en casa, he mirado a todos esos perros que siempre miro, pasado por el pequeño parque, y por la infinidad de localidades que venden productos plásticos y no tan a fin de mantener su vida en flote. Allí en medio de todo ese mundo contrastante con lo que digo, no había una cavida para hecharle el vistazo a la gente que me hace sentir bien. Solo han pasado miradillas que me joden por detrás, y que en gran parte del tiempo no me hacen sentir o por lo menos simular un estado de ánimo agradable. Con todo y mis escenas, solo me sentía como Lost In Translation, pérdido en un idioma distinto al que hablo, parpadeando para hecharle el visto malo a las pqueñas cosas que conforman las buenas, con un poco de entusiasmo, me he ido a comer algo. pero esperando solo me quedé, no llegó ninguna Scarlett Johansson que me salvaron o en su defecto algún Bob Harris que me aludiera a sonreir y a hecharle una mirada buena a la menuda rutina del día de ayer. Me sentía triste, y sin representar tanto drama que me sofocaba solo me heché a dormir, a tratar de cumplir con lo que pueda en casa, a soportar a mi hermano que todo el tiempo se pone mi ropa, a escuchar la enorme (por que es una palabra justa) cantidad de gritos que el pequeño alberto saca de su poderosa garganta, mi madre quejándose por el reparto de rutinas, puesto que ella solo iconíza a una típica "asistenta del hogar" con la cuál ella nunca ha estado contenta. soportar regaños de mi padre, y también faltas de espacio que solo me hacen sentir pequeño, como en tokio y sus grandes ciudades que solo me sofoca, en vez de ir a un hotel para conspirar desde el hotel más moderado de la ciudad, me he ido a la calle a respirar un poco de ese aire contaminado, no había mucha comedia pero tampoco drama, solo inquietud por encontrarle otro lado más amable a la situación.

Sofía Coppola & Scarlett Johanson en "Perdidos en Tokio Make Film"

Luego de tratar de poner un modelo moral con mis actos, solo me he tirado a dormir, cortado del pelo, y recordando que un día como el de ayer, es difícil compararlo con una película en donde la traducción te pierde al igual que la manera de no encajar en una casa, en un pueblo o en un mismísimo trabajo. Lástima que ayer, no encontré a algún bob o charlotte disponible para charlar y poder así sacarle, la cara más mona posible al asunto.

Algún día me gustaría ser encontrado por alguno de ellos.

Melón

PD:
He comprado "Perdidos en Tokio" original por solo 35 pesos
acaso no mola comprar cosas en un puente de fin de semana caótico para levantarte un pelín el ánimo?

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