jueves, julio 19, 2007,3:16 p.m.
Mi Verano del Amor
Era tiempo de salir los fines de semana después de una semana pesada, eran tiempos de quemar discos para ir a ese famoso café “Don Manuel” con los que en ese entonces eran los magníficos amigos para salir ebrio hacia otro bar, eran tiempos para poder imaginarse un mundo que olía a cosas poco frustradas, libres de impuestos y con intenciones firmes de apoderarse de alas ingenuas de un adolescente que quería volar, también eran tiempos de comenzar a crear relaciones con personas, eran momentos para poder espiar al hermano en su cuarto, de desvelarse en la madrugada viendo las estrellas, de lidiar con el insomnio, de esperar al hermano llegar de su trabajo, de escuchar la lista de los diez más escuchados en el mundo eurodance, eran momentos de poder hacer todo, y a la vez convertirse en nada, no podría sacar un balance después de todo esto, ya que el único que me designa una respuesta, es el juicio que hará el tiempo, al pasar los meses y años. Y con todo ese recuento de mi verano del amor, en los veranos del 98, del 2002, y del 2005, cual es la intención de recordar esta etapa tan bipolar y decisiva en mi vida. Yo le veo dos ojos. Uno es el de hablar para olvidar, el olvidar que?, los buenos momentos pegados con los malos, sí… eso justo, no vale mucho la pena rescatar todos esos buenos recuerdos, pues están pegados con malos, y eso me da siempre un mal de estomago. Pero es difícil saben, y más difícil cuando tienen encima de ese montón de suciedad cosas que duelen en el corazón. Yo todo esto lo asocio con mi entrada a trabajar a esa central que me ah hecho modificar la manera de percibir las cosas, comencé amistad con infinidad de gente, supe lo que era el alcohol después de una semana agotada, las fiestas que revientan de colores, las adicciones y los plagios contra el cuerpo, supe conocer los excesos como cualquier otro adulto de grande, a mitades me parecía vivir en alguna canción de Nach Scratch en donde menciona que ahora el chico se siente confuso y por ello llega ebrio a su cama, a cada amanecer. Pero en sí, la pregunta era, el por qué tenía tanta intención de liberar toda esa energía que llevaba dentro de mí, con infinidad de prácticas poco sanas, cual era la intención de caminar en una ciudad que mira al mundo, dentro de un auto en medio de veintitantas personas aplastadas, no entiendo aún la filosofía que manejaba cuando tenía 14 años, no entiendo por qué carajo en medio de protestas para la liberación del ser yo mismo violaba mis intenciones, me cuesta mucho trabajo comprender la infinidad de veces en las que parecía un adulto grande que solo se equivoca para justificar el hecho de no tener tantas responsabilidades encima, me cuesta mucho trabajo entender como pude llegar tan lejos en tan poco tiempo.



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A momentos el verano del amor te ciega de toda posibilidad de futuro,
te enrolla como si pudieras tener el complejo futuro resuelto, eres solo
tú y el pequeño mundo que se vive en el ahora, allí encloustrado con música
y con ideales temporales de poca aspiración ideológica y razonal.

¿Pero lejos de qué?, me pregunto yo con un cerrar de ojos que siempre me dilata, acaso llegué a tener una extremidad que logró aplacar mi ansiedad de comerme ese mundo de excesos para después hablar de prevenir todo eso?, no sé, y realmente no recuerdo mucho al Arturo de ese entonces, un tipo que a momentos se preocupaba por vivir la vida al máximo, para después tener algo que contar en su blog, dramas muy poco comunes en un adolescente común de 14 años, reflejos de una familia que bien parece la versión mexicana de Little Miss Sunshine, adicciones descoloqueadas como la pornografía, el alcohol, los excesos en autos, los arrestos, las demandas, las deudas, los problemas sexuales, el abuso de la televisión, el cambio de rutina, el trabajo cargado, los plagios amorosos, todo combinado sin ninguna razón para tratar de ver la vida desde otra perspectiva, y me sentía dolido al saber que a momentos pasar por todo eso es cansado y muy peligroso, pero que mas daba, pues era una exclusiva para todas aquellas mentes que estaban ansiadas de leer otra de las aventuras arkturianas dentro de el planeta verde que lo veía confrontarse con la mayoría de las cosas con las que se enfrente el ser humano promedio del mundo occidental. Y realmente me asustaba tener tanto morbo en la cabeza, me dolía mucho que toda una cultura de música, de letras, y libros surgiera en mi mente, pues yo no estaba preparado para todo eso.


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I'ts Time - I Know You Want Me

Todas las noches, siempre miraba al cielo para decirle a las estrellas que pararan todo esto, que dejaran de jugar conmigo y con mi voluntad propia que había enloquecido, desde esos veranos de el 2001 en donde pasaban semanas sin poder dormir por mi insomnio, en esa temporada de julio del 2003 que lloraba sin sesar por la necesidad de estar con alguien que me abrazara y me desatendiera su mano, en los junios de 2005 en donde me deprimía por vivir tanta mierda que solo me estaba matando, le pedía por mis hermanos, por mis pocos amigos, y sobre todo por mí. Nunca dejaba de pensar de lo tan lejos que había llegado, me había auto colapsado, no había nada que hubiese no probado, no había cosa que no me hiciera sentir tan mal, como el hecho de haber vivido tantas cosas, y lloraba mucho, y aún lo hago en un sentimiento muy profundo, que solo me hace recordar y sufrir, un sufrimiento a momentos ajeno a lo que conllevo en todo este pecho, un miedo profundo de haber hecho todo lo que hice, un miedo que solo me hace llorar y llorar, recordar y tratar de olvidar, pero todo es muy pesado, muy cansado y fuerte, un dolor que no se compara ni con la pérdida de esperanza, un dolor que solo conoce cuerpos débiles y carentes de sueños fijos.

Estoy muy triste, al inicio de éste verano del amor, en donde todo el mundo sale a fiestas a embriagarse, y a quitarse la camisa para producir reacciones hormonales con sus cuerpos, estoy muy triste por recordar tan poca amabilidad conmigo mismo. Creo que todo esto se compensa que en este verano ya no habrá cervezas para celebrar triunfos imaginarios, ni amigos invisibles que te hagan ver tu vida en rosa, o sábados que te hagan traicionar al ritmo de una buena canción en el auto. Ahora, ya se ah enterrado en el olvido, para después despejar la mente.

Y aún lo recuerdo… con lágrimas y con un sabor feo por aquí y allí adentro.

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posted by Arkturo
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