Este frente a una ordenador ajeno, medio pensativo, algo alegre, puteado de los ojos, y con un toque que se logra obtener cada veintemil años. Por primera vez en mucho tiempo, me lavaré el cerebro, con algo que me hace "relativamente infeliz", digo, siempre que uno anda en planes de noa cercarse a algo, debe de hacer lo que sea para impedir ese pequeño rose. La circunstancia pinta así, yo, sí... yo, Arturo, tengo un problemilla, no me gusta expresarlo como tal, pues creo que no molaría que me anduviesen viendo con cara de algo feo, y por obvio, le flipo su respectivo anonimato, a "ese problemilla", pero que... de un modo, podría decirles, que está basado en una peli. Es más, creo que indirectamente explicaré esto através de pelis, y por qué no?, dar un repaso a muchas de ellas que por razones mayores, no lograron postearse por aquí, les parece?. Pues bueno, mi problema, se llama Krampack, y mi necesidad se llama "The bubble". Ando muy pero muy dividido con lo que realmente siento, primero una reacción que pensé que no se presentaria en la adolescencia, morro, mala leche, y cosas que te ponen enfrente la dificil situación de saber quién eres, que bueno, yo siempre supe quién era, aunque realmente sentía en el fondo, que cosas nuevas harían cambiar eso que realmente quería expresar, no me lo tomen a mal, pero... lo más falso que yo sentía era estar en una situación de no faltarme nada, ningun complemento. Krampack ha creado una enorme expectación en mí, y es que a decir verdad, una historia de dos chiquitillos sonsos, no trasciende desde el punto de vista crítico, pero desde el punto de vista emocional, es una hermosa fábula para adentrarse a un mundo de hipótesis filosóficas, que te hacen "sentirte bien cerca de la vida". Yo no he tenido ningun amigo como nico, y creo que si algún día llego a tenerlo, no sabría como contestar ante semejantes hechos, pero de lo adentrado, me siento identificado de ese requerimiento de algún chico como él, por que siempre he dibujado un vida con un hueco para gente tan petarda como ese barcelonés chico.

La mansturbación, y esos Krampacks, que te da la vida, son cosas que te hacen feliz, es decir, te hacen sentir la experiencia de ser joven, y de cierto modo responsabilizarte de tu propio cuerpo, de tu mente. Las cosas aquí se han salido un poco de control, el vicio me ha atrapado, y aunque siento que seguiréesperando a algún amigo como Nico frente a esta digna casa, pienso todo el tiempo, en mis propias verdades, en aquello que debo eliminar a través del lavado del cerebro, y es que los 17 es para eso, solo un 10% de lo que te aconsejan entra por el bañador de tu cerebro, y se queda montado como un chalé. Uno debe de lavarse el cerebro para su progreso, manipular eso que se dice llamar "voluntad propia", pues através de ello, se formaran grandes lingotes que podrán soportar tempestades, y ohh sí, por su puesto que sí. Mi reto ahora es quitarme eso soledad, que me hace sentirme como en Krampack, asustado, y atraído con la primera oportunidad de acercamiento a algo, no es tanto mi caso, pero asemejo la intención con las cosas que suceden. Luego viene Eytan Fox, con su pequeña gran obra llamada The Bubble, que atinadamente, hace una comparación con el circulo de un denso panorama, que afronta la población Israelí. Allá por mayo, creí estar seguro, de haber empezado con un buen pie mi famoso lavado de cerebro, me sentía grande, y suficientemente seguro de que habría algo que me sacara de una burbuja, como la que dibuja Eytan Fox, a diferencia de ello, no estaba oprimido por ningun ejercito, y no estaba al tanto de algun hombre-bomba, simplemente estaba con un morro que solo yo me cargaba, en cuestión de a través de que salir. La opresión, y ese espíritu aventurero en The Bubble, se sale de la pantalla con "una fiesta rave", con un acercamiento así de tranquilo con un par de personas, haciendo el amor sin tocarse, y declarando incómodas verdades a personas que se aman. Solo basta un punto pequeño para poder romper la burbuja, para poder salir de un ciclo de tan denso panorama, y así poder ser libre hacia un nuevo ciclo, y es que así es Israel, y así es la vida en Israel, necesitas renovarte a cada instante, para no recordar lo horrible que es vivir al margen de algo que posiblemente suceda. Aquí yo me siento en una situación igual, soy un tio un poco directo con las cosas , me cuesta realmente encajar con gente, que perdidamente ve un mundo de posibilidades, através de un mundo de imposibilidades, me siento nefastamente mal, de decir, y ante todo hacer, cosas que vagamente dan un seguimiento oportuno de lo que soy. Todo el tiempo debo de romper con la burbuja tonta que se enrolla, que veo en la esquina, en la bajada, en pequeños desvios de carretera. Me siento algo solo saben, mucha poca gente sabe tener moldes que encajan perfecamente en mi manera de ser, y joder, eso si es que es fuerte.

Me sentí bien en cierto rato de Mayo, la reunión familiar en donde salieron demasiados rayos de electricidad congénita, me hizo sentir seguro, que aún pertenezco a ese pequeño colectivo que lleva un segundo apellido. Con unas copas demás, con un soborno a un infante, y con una necesedad de buscar el lado más humórstico a un primo que se ve cada mil años, terminé dándome cuenta, de que mi soledad siempre será temporal. Después de todo no ha sido tan absurda la mnera en la que he manejdo de las cosas.

Era después de un largo que terminé con otro sentimiento extraño, ahora ya no era mi mente si no mi cuerpo, me comenzaba a sentir incómodo, con muchas cosas que no quería de él. "Era un looser", lo sé, creo que al finalizar de ver una cinta como lo es "La Escafandra y la Mariposa", te das cuenta, de lo valioso que tienes entre brazos, y no por caer en ese cliché de valorizar tu cuerpo, através de una historia que te haga valorar a tiempo eso que más debes de cuidar, si no por que el buen señor Schnabel, crea una atmósfera tan densa, sobre lo hermoso que se convierte un viaje de una terrible escena, que marca la manera de crear tu propio universo. Jean Dominique Beauby, mejor conocido como el antecedente de "Las revistas Elle", amerita a una verdadera atracción atmosférica, que impulsa sueños, y frustraciones al por mayor. Es ver a un ser humano estancado, y aprisionado dentro de un par de celdas que son su propio cuerpo. Yo le comparo con "Mar Adentro", y aunque ésta cinta ( más entendible que el Euskera, y que el horible acento español de Bardem) tiende a apostar por un lado muy muy opuesto que al de "La Escafandra...", ambas compenetras en esto que identifico de manera automática, como la verdadera comparación de lo que uno hace con su vida. Un buen amigo, y que he olvidado un poco, me dijo una vez que la cuestión de crear una actitud para realizar algo, se basa en compararse. En crear la verdadera filosofía de sentirse bien, através de una comparación que te haga ver como una persona en mejor estado que las demas, puesto que de lo contrario, si se compara uno con una persona que está de lo mejor, uno se sentirá por más que olvidado. Siempre hay que reconocer, que a donde quieras habrá uno "más chingón", y otro más "pendejo" ( haaaa, así lo dijo ehh ;DDD ). Bueno, ese pequeño y petardo comentario del final, podría quedar aboliado, pero a decir verdad, Schnabel, supo dominar una pequeña historia de vida, en toda una comparación que por medio de una atmósfera, te logra atrapar, aveces te logra compenetrarte, y a veces logra alejarte. Todo depende de esos angulos muertos que uno quiera revivir. Me sentí cómodo de haber estado frente a un ejercicio fílmico que me hiciese comparar, que me estuviese recordando de que hay un libro por terminar, que puedo escribir más rápido que un párpado, y que tengo mucha más fuerza que cualquier persona más. No lo sé, me ha dejado con esos estragos agridulces, que despuées de ver una peli, siempre te dejan con un retardado efecto.