En picada con el tema, y viendo como las hojas a veces están tan tristes como uno, y como a veces la naturaleza misma se rie sobre lo tan absurdo que llega a ser el comportamiento humano, me atrevo a hablar por primera vez sobre un tema, del cuál yo desahbitaba o por lo menos, por este momento de mi vida desahabito, de manera poco habitual. El amor.... Yo, como ser, persona, adolescente, alumno, hijo, trabajador activo, y pequeño delincuente de ideas, me siento en un punto decisivo, que si a bien, logro tomar y aterrizar los pies, así como soportar el escabullido momento de movimiento que paso, lograré lo que yo denomino, la madurez de consolación propia, en donde la incondicionalidad con mi interes propio se de ley. Mi vida así como los tejidos que voy hiriviendo con mis desciciones, me han llevado a este punto, uno en donde me veo con baja vitamina C, y con depresiones por el lugar donde vivo, por el amor no correspondido, y por a veces, colorido recuadro, de mi vida monótona, y poco valorada por la gente que me rodea, y que a casi siempre brindo la mano. En el inicio de esta temporada me he sentido distinto, y no por que halla cambiado mis apuntes que tenía, y que ahora se valoran con puro diez y nueve, no... para nada, creo que más que un cambio, he tenido una sensación de intriga por descubrir que puedo hacer cuando uno logra tener ese contacto con el ser interno, pero de una manera muy breve y poco valorada. Primero llegó mi depresiva etapa de que andaba enfermo, y todo me pintaba gris, luego que mi escases de dinero, me hizo sentir poco astuto y a su fin poco empeñado con la gente, luego la absoluta privación sobre salir de noche o de tarde a este pueblom, por que pudiese quedar la posibilidad de que me encontrara gente con la cuál mi conexión de lenguaje sería mutado y al final, pisoteado mi propia escencia. Pero creo que al final, la que más "duele", es sin duda la de sentirme aunque absurdamente lo parezca, una persona despresiada amorosamente.

Como ven, en cuestión de cine he hablado poco, pero descuiden, detrás de esta escases de letras, y bonitas imágenes cinéfilas, no me he estancado con el séptimo arte, continúo viendo cine, actualizandome con las nuevas producciones, viendo y leyendo cosas que después me puedan dar un poco de aire para vivir. Y si logro hacer un balance de las últimas 30 películas que he visto, a grandes razgos podría mencionar que la mitad, son de temática amorosa, de romance, y de el frenesí que caracteríza al tan popular significado de la apresiación sentimental. Todas desde distintos puntos de vista, desde distintas épocas, distintos lenguajes, distintos idiomas, y lo que más me llama la atención, desde distintas irregularidades emocionales que a uno le conmueven.

El Cielo Abierto / Miguel Albaladejo

Mi historia de amor es larga al momento de contarla, pero corta al momento de sentirla. Siempre he dicho que por ahora y por los 16 años que he vivido, me siento en un lugar fuera de sitio, y con una sensación de no pertenecer a esta cultura que se adentra con tacos, con mariachi, y con gente vendiendo nieves en un parque a las seis de la tarde, los domingos por la noche. La vida amorosa de Arturo F. Jiménez, yace con un pequeño chispazo de incorrecta o desubicada persistencia con el otro individuo, pareciese como si una persona 5 años mayor que yo, valorase a un pequeño de 14. Él, con una ambigua visión de quererme enseñar lo que en la psicología se maneja como autocontról, falló un poco y dejó manipularse por mí, pareciese como si yo en ese entonces, fuese el centro del universo, que el hecho de estar conmigo, fuese motivo de charlas largas, de buena reputación, y de por lo menos, un lugar priviliago para entrar a un círculo de gente que no hacía más que decir las cosas como son. La historia de amor, terminó, y yo en un 12 de diciembre colgué ese pequeño carné que me identificaba como comprometido, esa historia de amor la cuál es la más intensa que hasta ahora he vivido, me hace recordar muchas cosas, muchas imágenes, y muchas películas. Creo que dentro del amor, la desigualdad de características, logra en muchas ocasiones compatir, y creo que mejor ejemplo logra plasmar, el director Español Albaladejo, con su hermosísima y fresca obra "El Cielo Abierto", un relato post-novomilenario, que de una textura super delgada y simple, cuenta la historia de Jázmina, que por azares del destinto conoce a un tipo mayor que ella, de otra clase social, y de otra índole sentimental. Él, ostigado por llevar un matrimonio fallido, y sin mucha intensidad, se deja al aire, después de que su esposa le abandonase y partiese en el primer avión a tokio con su padre, el cuál, para él, está prácticamente muerto después de tremenda jalada. Cuando Albaladejo me sorprende, es al momento de realizar un analisis sobre las parejas amorosas desiguales, aquellas que en su principio por cada uno de los contrayentes, se ve de forma desinteresa y sin proposito alguno, el hecho de querer tener alguna persona con definidas características, que en su mente va generando con él tiempo. Las relaciones amorosas segun Albaladejo, logran ser las fugaces, cuando el tiempo convierte las necesidades, en algo que sin pensarlo, se actualizan, y se modernizan, llegan a darse como simples chispasos, que encuban en cosas simples, pero que nunca abandonan la psicología de lo mágico, de lo sensible, de la parte tierna y consoladora de la pareja. La cinta sin duda proyecta una de las historias más hermosas que yo halla podido ver, sentía bien de cerca los lábios que cada uno se daban, y como detrás de este psicólogo, uno podía verse, y conspirarse con sus charlas entre pacientes.

Richard Glatzer y Compañia en el Festival De Sundance

Para después de mi relación amorosa, entro en un enorme periodo de soltería, y del cuál aún me hallo. Creen que sea posible una relación con uno mismo, cuando no tienes una relación exterior con el mundo?. Hasta cuando puede durar un adolescente con la necesidad de afecto, que vamos, ni si quiera a un abrazo llega?. Creo que yo he cometido un enorme error y muchas veces pienso que ha sido el más desafortunado que me halla podido encimar. A base de que comienzo a analizar mis relaciones humanas con la gente con la que actualmente me llevo, comienzo a ver que no he formado una confianza con tal gente, a grado de que por lo menos, me sienta con la certeza que después de hablar esa persona me consolará o me hará ver que hay alguién a mi lado. Yo he sido una persona que siempre ha luchado con el camino, que casi todo el mundo necesita adiestrar, el de el salto de la teoría a la práctica. Siempre he lidiado con infinidad de temas, con infinidad de necesidades, y creo que he descuidado la profunda necesidad de relacionarme bien con la gente. Si hago una gráfica, un 70% de la gente con la que me llevo muy bien o por lo menos bien, está dentro de un ordenador, a miles de kilometros de mi hogar. El Otro 30%, son gente con la cuál ni siquiera puedo estar más de 10 minutos en confianza, y no se si sea un problema de que mi manera de ser sea un poco complicada, o que el propio lenguaje y forma de vida de un superfriki que solo anda de arriba para abajo con una bipolaridad enorme, me afecte, pero no creo. Al parecer mi vida con la gente con la que me llevo, se formó a base de ideas falsas que ellos tienen de mí, y no por considerarme falso, si no simplemente gran parte de la gente con la que tengo contacto, me conoció en una época en donde mi vida pareciese haberse estancado en un antro, con gente ebria y cosas eléctricas que no tienen un sentido ya muy dado en mi vida actual. Son pocas las personas con las que me fío a charlar, omitir a la familia es sinónimo de por lo menos sentir un poco tranquilo. No logro confiar mucho en la familia, y menos cuando, encima de que te ven con cara super extraña, te privan de una libertad de tener un espacio propio, en donde nadie tome mis camisas, mis pantalones, ropa interior, o mi propio jabón de baño.

Hablar de las relaciones sociales, en donde uno pueda tener plena confianza, me hace hechar otra historia de amor, y que quizá les de un infarto al momento de hecharles el pequeño review de ella. Alguna vez han visto una maestría para demostrar cosas de las cuales uno no tiene idea de como en realidad se viven?. Es decir, que sin tener un conocimiento previo de la situación o realidad, como puede existir gente, que se lucen con su trabajo, su opinión o su propia sensibilidad para contestarte a tal cuestión. Yo lo veo difícil, y más cuando las relaciones amorosas se cargan, y creo que entre el amor y la sensbilidad hay un pequeño paso para hacer las cosas mejores. Dentro del aspecto técnico, dos de los personajes que más me han sorprendido en este año, han sido la pareja inglesa formalmente casada, Richard Glatzer y Wash Westmoreland, acredores al premio por la mejor dirección en el recuento de films que comencé a hacer año con año. Me sorprende como puede haber gente como ellos, que con una maestría, logran reflejar la pequeña pero bien dada relaidad latina de LA, en el hogar de un predicador, padre de una chica que después de una relación poco amorosa, queda embarazada. La situación de no tener un mapa sobre a lo que uno puede enfrentarse, me hizo recordar fijamente esta historia, la cuál paralelamente a la de la historia principal, se desenvuelve con Carlos, un "cholo" del Echo Park, que se enamora, de un hombre comprometido con otro. se entendio?, bueno, al inicio mi primera impresión es la de un tipo reprimido el cuál sin empleo lo único que quiere es sacar un poco de dinero, por medio de el alquiler de su cuerpo. Pero al final no se ve de con esa forma, en sí, meterse en un camino en donde uno ni si quiera tiene un mapa pintado, logra ser un reto que impresindiblemente de que salgas con el ojo morado, tiene un buen gustillo, de salir victoriozo. Al final, las historias siempre terminan y mal, y creo que el final de una historia que solo es fugaz es algo que ya está previsto como tal. La cinta, es una convinación de inmensos colores, algunas cutres actuaciones, y una muy buena manera de manejar a la escencia latina de LA, yo me quedé encantado con tal cinta, y creo que bien mereció haberle reconocido el logro.

Quinceañera / Richard Gletzer y Wash Westmoreland

Por ahora solo me consuelo con ver pasar los días, con tratar de sobrevivir sin computadora, pero si con el ipod, con las charlas de amigos que a veces se rien de si mismos, de búsquedas de alegrías, que en medio de drásticos cambios climáticos hacen páctos con las buenas intenciones, de los enojos que uno tiene con hermanos que te quitan ropa limpia para ponérsela, y sobre todo de sentir una necesidad de afecto, la cuál me hace sentir muy solo, y a veces erróneamente pensar en el pasado, en consolarme con él, el cuál no quiero ni de loco volver, pues he sufrido mucho por él. Me siento bien, pero a su vez mal, creo que no hay un snetimiento muy acojido para darle cavido a esto. Mi historia de amor aún ni si quiera tiene prólogo, me siento como si fuese presisamente uno de los personajes de una película que ví ayer "El Jorobado de Notradame", y que ya se imaginaran tal personaje que por ahora me logro sentir. Al final de cuentas, creo que el sentimiento que uno tiene por el amor de otra persona, se logra consolidar cuando, uno ve que esa persona está bien con lo que esa misma persona decida, muy independientemente que nos toque o no estár dentro de esa descición. Hayyy....!!

Joder... que lío el mío, y peor aún cuando uno anda en plan depresivo escuchando discos enteros de James Blunt, canciones sueltas de LAMB, y cosas raras que te dan un poco más el bajón.

Habrà segunda y tercera parte de esto, que en sí hace falta un blog casi especial para hablar de este tema.

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