Hubo tres cosas que me impactaron de la Inauguración de Beijing 2008, que a pesar de pararme temprano a casi media hora de iniciar estallaron de lo mejor en este día.
La primera de ellas fué la impresionante y majestuosa obra de ingenieria montada en el complejo norte de Beijing, lugar donde se encuentran inumerables construcciones moderno-futuristas, y sobre todo, donde se hospeda el complejo olímpico que dió inauguración a este evento, el nido del pájaro. El maestro detrás de todo esto, Hou Zhaoxin, juntocon la firma suiza Herzog & de Meuron, y part de la colaboraciòn china Architcture Desing & Research Group, elaboraron dentro de un complejo practicamente destruido (antiguamente una fábrica, un complejo de absoluta belleza estética, y de un simbolismo pese a quièn le pese, de basta combinación con la naturaleza. Para que se den una idea, la construcción está construida por 24 columnas de cerchas que sostienen a este mounstro de ingeniería y estética. Su construcción iniciada en el 2003, derramó un costo de aproximadamente unos 500 millones de dolares, y que fué juzgada con una excelente crítica por parte de los críticos y grandes arquitectos que conformaban el jurado como Koolhaas, Nouvel o Perrault. La segunda enorme impresión lo bien organizado que estuvieron los adornos estéticos que conformaron a la presentación, se fijaba desde un inicio, un cierto misticismo que siempre ha adornado a este contrastante país asiatico, en lo personal me conmovió la escena en donde Sarah Brightman a duó del Cantante Chino Liu Huan, a fondo con el matiz de un globo perfectamente estructurado que emitía luces que llegaron a dibujar más que emociones reprsentativas a cada rincón del planeta. Me conmovió tanto que estuve a punto de llorar, e inclusive, con la melodía defondo, sentí el momento tan mágico que no pude evitar la emoción de semejante evento que no se borrará jamás.
Encendido Olímpico Beijing 2008
algo también que me impacto, fué la manera de encender la llama olímpica, muy a pesar de mi política demócrática, y en pro de los derechos de los Tibetanos, no negaré que esto, me hizo sentir un suspiro para retomar este tan denso y complejo tema para una solución efectiva a futuro. Las olimpiadas a mí me dan esperanza, desde hace ocho años, veo las justas deportivas como si estuviese allí mismo. Lloré en Corea-Japón cuando eliminaron a México, cuando Soraya Jiménez Ganó en Sidney, e inclusive en Sidney quedé boquiabierto por tan majestuosa cultura que me hizo enamorarme de Australia. En Atenas recobré un enorme júbilo al ver tan semejante multitud poblacional unida para competir en la casa del fuego que ha creado esta justa tan constructiva y enriquecedora para la unión de las naciones. En Alemania 2006 no paré de impresionarme de lo tan bien que mejoró la selección, y de lo tan excelente que se disputió con Argentina el pase a los cuartos de Final. Ahora en Beijing, vuelvo a retomar de nueva cuenta increíbles sensaciónes que me ponen de un humor y un optimismo inegable, que me hacen pararme a respirar un aire de aliento que siempre se podrá recarlar. Ese recorrido que el multimedallista Li Ning me hizo sentir tan bien,que jamás olvidaré el momento.
yo no sé ustedes, pero a mi estas cosas me conmueven mucho.
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