Música: Ich Geh In Flammen Auf - Rosenstolz

Desde hace tiempo tengo en mi mente distintos tipos de temas a abordar, para analizarlos, describirlos, y tal vez verlos desde los puntos más bizarros, y algunas veces absurdos de un sixteen teenager. Justo uno de ellos es el tema de los sueños, el cuál justo elegí como tema central de ambiente, en el libro, novela ó cosa freak en donde hay una historias y cosas que suceden por un algo que estoy escribiendo actualmente, para alguno de vosotros ¿que es soñar?, ó ¿que implica ello?, dejemos esas preguntas en el aire pues solo cada uno de vosotros sabéis bien la definición. Justo vengo de una pc lejana que está adherida a la red, en donde eh pillado la lista de los ganadores a los Golden Globe 2007, en donde las fabulosas y a veces un tanto insensatas ocurrencias, están en flupés, fijamente entre los grandes ganadores se encuentra la Cinta “Dreamgirls”, cinta que habla sobre un trío de chicas afro americanas provenientes de los suburbios de alguna ciudad estadounidense, mismas, con el afán de conseguir el sueño de ser grandes artistas, abarcan y deslizan sus esperanzas ante cualquier cosa que pueda ocurrir, todo ello para lograr su meta. La Cinta meramente cita y redondea fuertemente la idea de los sueños, a pesar de que es “más” confiable, vivir en la realidad, que en la ficción, nosotros los humanos debemos alimentar el cierto polo de imaginación que tiene nuestro cerebro, los hechos, las emociones, los pre-triunfos, los pre-gozos y las predicciones que buenas o malas deben siempre acompañar a nuestro banquete rápido e instantáneo que es el motor que provoca los sueños. Los sueños siempre llevan esa ciencia, que denomina una buena estructura y definición de cada uno, los hay malditos y despiadados, tan grotescos, que a uno le pillan en curva para querer no ejecutarlos, otros son los ideales, aquellos que gozan de tener el mandorlete vip que hacen ser los más concurridos y agradables para vuestras vidas. Una de estás ideas se la mencione a Emmanuelle el hijo de la señora con la que me quedé estos 9 días fugitivos en una puebla no tan calida, le decía que “El miedo del hombre ante la realidad, debe de ser disminuida con los sueños, el simple cerrar de los ojos y función respaldada y fortalecida con nuestra imaginación, transforma nuestras crudas fotografías de la realidad, en simples lechos de imaginación instantáneos”, esto mismo conllevaba a lo que mi hermano me decía, en realidad, la realidad es solo ficción, el tratar de asimilar los hechos que no queremos que ocurran con los que ya están en corriente, nos hace formar puentes que quedan aleatoriamente en una tómbola en donde lo que define todo es la suerte, o tal vez el trabajo duro, (eh de allí la tan famosa frase de “la suerte contra el trabajo duro” de woody allen en match point), para ello nacimos para vivir la realidad y comenzar a realizar un casting interno en donde aquellas señoritas que representan cada uno de nuestros sueños, mismas que son creadas por nuestra mente y nuestro desolado cerebro, estén en espera para ser ejecutadas. Un amigo imaginario mío, me decía que el querer crecer en base a la realidad, es el querer romperla a sí misma, el querer evadir nuestra vida en base a los hechos que no se estructuran con esencia, cosas secas y no tan dulces que a pesar de que en la justa realidad lo sean, no contienen ese tinte sabroso que suelen tener, nuestros delirantes sueños. Después de que le eh echado flores a esa parte dulce que son los sueños y remarcado el tan basto significado según la tan seca opinión de un servidor, mencionaré el otro lado que suele tener siempre las cosas, terrenales, o internas, no hay cosa que no tenga un contra, puesto que tenemos esa habilidad formar en base a lo positivo algo que es negativo, y justamente en cuestión del termino de soñar, debemos mencionar que, cuando uno no logra tener ese cierto control sobre los impulsos de nuestra imaginación, nuestra vida se vuelve irreal, es como si una cierta dosis de medicamento es suministrada de manera errónea en un paciente, los efectos secundarios, suelen ser un tan enormes. El querer vivir en un mundo de fantasía aborda el mero peligro de no tener los pies sobre la tierra. Imagínense a los chicas de “Dreamgirls”, con la mentalidad de una vida meramente “irreal”, tal vez hubiesen acabado en un cabaret cerca del State Garden de New York o en algún bar de mala muerte de los Ángeles, la afinidad que tenemos los seres humanos para apegarnos a las cosas es increíble, y tal vez un claro ejemplo de adicción a las escenas “surreales”, sea mi vida, o tal vez la vida de los chicos de la cinta “the dreamers”, en donde los ciertos volúmenes de imaginación tienen dimensiones un tanto grandes, una de las grandes ventajas de pertenecer a la ideología de “No Realidades, Si Mundo Personalizado” (la gran vida del soñador), es el tal vez, control de cambiar desde cierto punto, la mirada del mundo, a pesar de que el pensamiento del mundo sea como un pequeño y tan modesto grito en todo un estadio de fútbol, pero que de algún modo hace eco y transforma nuestros tan personales miedos e inseguridades, en cosas apetecibles y aceptables a vivir.

The dreamers me recuerda a mi, en mis momentos en donde mi vida, justo tenía toques demasiado grises y un tanto amargos, y que gracias a las surrealidades, e imitaciones me lograron superarme en ciertos aspectos de mi pasada deprimente y tan fría vida, se podría decir que el soñar de algún modo sirve como terapia, algo así como la aromaterapia, pero en vez de flores se utilizan nuestros sueños y nuestra picaza inteligente que personaliza nuestras realidades. Existe otro tipo de realidades que parecen ser como sueños, cosas que de algún modo pareciesen no ser tan comparadas con nuestra realidad, pero que de algún modo se metieron a ella. Allá por el mes de julio (el mes más hermoso del año pasado), logré conocer a uno de los chicos que me impulsó el hecho de delirar y transportarme a otros mundos por medio de un medio que lo comprende todo, además de cine (películas), y libros (casi no leo), existe el ingrediente singular y universal que es la música, como les decía el querer transportarte a lugares en donde lo agradable se convierte en típico, nos hace recurrir al hecho de tener las cosas, con una singular y agradable canción de fondo, para ese mes conocí a pedro un chico vasco, el cuál me impulsó a subir varios kilos de diversidad musical. Recuerdo que julio, fue de los meses más calurosos y agradables de mi ciudad, que los cambios que estaba dando tanto de personalidad, como de visión ya eran notorios. Justo cuando solía pasar el puente de mi ciudad a pie con “60 Miles An Hour” de New Order, ciertas opciones de tele transportación me hacían llevar a lugares en donde las cosas se relacionaban con la canción, el video y mi realidad, cosa que defino como sur realidad, cosas que tienen los tintes de realidad pero que enlazan a quellas cosas que son más agradables y poco comunes de encontrar en nuestro mundo real. De mentiras que se adhieren a los sueños, también nace la “Insegura Esperanza”, cosa que me hace recordar a otra cinta llamada “Little Miss Sunshine”, cinta media alabada y adherida a la cultura pop de el 2006, en donde la realidad de una niña (que sí está un tanto feita), se topa con otra en donde el principal realce es la belleza, la destrucción de la inocencia es un claro ejemplo de lo que suele pasar cuando a uno le rompen el corazón, es como si una operación quirúrgica delicada, está siendo efectuada. A Los niños la temática de soñar suele ser complicada, el quererlos educar con cierto modo de realidad pero a su vez de “esperanza e inocencia”, es todo un reto. Una de las cosas que siempre suelen decir la gente que sabe y los pediatras, es que el mundo del infante, debe de estar exento a las bastas y agrias realidades del mundo, cosa que se contrarresta con el hecho de decir que a un ser humano no se le permita vivir en una realidad. Existen niños que suelen tener ese tinte un tanto extinto de madurez, gente que de algún motivo fue adelantada a su edad, y que está siendo el protagonista de su propia obra de arte. Es por ello la admiración o por lo menos el querer tirar una flor, ah aquellos niños que siendo pequeños logran tener los pies tan bien puestos sobre la tierra, informados de las dulces o agrias maneras con las que esté mundo funciona, niños que se les consideran héroes, por el simple hecho de afrontar la vida, sin armas que se obtienen por medio de la esperanza. La gente por algo es lo que es. El modo de crecer, de delirar, de tomar las decisiones, de discutir, de ir, de venir, de sentir, de amar y trabajar, nunca debe de estar peleado con el hecho de siempre poder tener una escapadita de la realidad e ir por un plato de comida mental rápida, barata, accesible y universal (como los starbucks coffe), como lo es el tan plato de los sueños.

A Dos Euros El Sueño.